viernes, 5 de febrero de 2010

Manuel Castells: "El poder tiene miedo de Internet

http://www.viadescape.com/laignoranciamata/2008/01/manuel-castells-el-poder-tiene-miedo-de.html






Manuel Castells: "El poder tiene miedo de Internet



Manuel Castells, sociólogo español y un gran referente a la hora de hablar de Internet, ahora nos presenta su reciente investigación: "El Proyecto Internet Cataluña", en el que durante seis años ha analizado, mediante 15.000 entrevistas personales y 40.000 a través de la Red, para observar los cambios que introduce Internet en la cultura de la gente, una interesante entrevista fue publicada días atrás en El País.



Pregunta. Esta investigación muestra que Internet no favorece el aislamiento, como muchos creen, sino que las personas que más chatean son las más sociables.
Respuesta. Sí. Para nosotros no es ninguna sorpresa. La sorpresa es que ese resultado haya sido una sorpresa. Hay por lo menos 15 estudios importantes en el mundo que dan ese mismo resultado.

P. ¿Por qué cree que la idea contraria se ha extendido con éxito?
R. Los medios de comunicación tienen mucho que ver. Todos sabemos que las malas noticias son más noticia. Usted utiliza Internet, y sus hijos, también; pero resulta más interesante creer que está lleno de terroristas, de pornografía... Pensar que es un factor de alienación resulta más interesante que decir: Internet es la extensión de su vida. Si usted es sociable, será más sociable; si no lo es, Internet le ayudará un poquito, pero no mucho. Los medios son en cierto modo la expresión de lo que piensa la sociedad: la cuestión es por qué la sociedad piensa eso.

P. ¿Por miedo a lo nuevo?
R. Exacto. Pero miedo, ¿de quién? De la vieja sociedad a la nueva, de los padres a sus hijos, de las personas que tienen el poder anclado en un mundo tecnológica, social y culturalmente antiguo, respecto de lo que se les viene encima, que no entienden ni controlan y que perciben como un peligro, y en el fondo lo es. Porque Internet es un instrumento de libertad y de autonomía, cuando el poder siempre ha estado basado en el control de las personas, mediante el de información y comunicación. Pero esto se acaba. Porque Internet no se puede controlar.

P. Vivimos en una sociedad en la que la gestión de la visibilidad en la esfera pública mediática, como la define John J. Thompson, se ha convertido en la principal preocupación de cualquier institución, empresa u organismo. Pero el control de la imagen pública requiere medios que sean controlables, y si Internet no lo es...
R. No lo es, y eso explica por qué los poderes tienen miedo de Internet. Yo he estado en no sé cuántas comisiones asesoras de gobiernos e instituciones internacionales en los últimos 15 años, y la primera pregunta que los gobiernos hacen siempre es: ¿cómo podemos controlar Internet? La respuesta es siempre la misma: no se puede. Puede haber vigilancia, pero no control.

P. Si Internet es tan determinante de la vida social y económica, ¿su acceso puede ser el principal factor de exclusión?
R. No, el más importante seguirá siendo el acceso al trabajo y a la carrera profesional, y antes el nivel educativo, porque, sin educación, la tecnología no sirve para nada. En España, la llamada brecha digital es por cuestión de edad. Los datos están muy claros: entre los mayores de 55 años, sólo el 9% son usuarios de Internet, pero entre los menores de 25 años, son el 90%.

P. ¿Es, pues, sólo una cuestión de tiempo?
R. Cuando mi generación haya desaparecido, no habrá brecha digital en el acceso. Ahora bien, en la sociedad de Internet, lo complicado no es saber navegar, sino saber dónde ir, dónde buscar lo que se quiere encontrar y qué hacer con lo que se encuentra. Y esto requiere educación. En realidad, Internet amplifica la más vieja brecha social de la historia, que es el nivel de educación. Que un 55% de los adultos no haya completado en España la educación secundaria, ésa es la verdadera brecha digital.

P. En esta sociedad que tiende a ser tan líquida, en expresión de Zygmunt Bauman, en que todo cambia constantemente, y que cada vez está más globalizada, ¿puede aumentar la sensación de inseguridad, de que el mundo se mueve bajo nuestros pies?
R. Hay una nueva sociedad que yo he intentado definir teóricamente con el concepto de sociedad-red, y que no está muy lejos de la que define Bauman. Yo creo que, más que líquida, es una sociedad en que todo está articulado de forma transversal y hay menos control de las instituciones tradicionales.

P. ¿En qué sentido?
R. Se extiende la idea de que las instituciones centrales de la sociedad, el Estado y la familia tradicional, ya no funcionan. Entonces se nos mueve todo el suelo a la vez. Primero, la gente piensa que sus gobiernos no la representan y no son fiables. Empezamos, pues, mal. Segundo, piensan que el mercado les va bien a los que ganan y mal a los que pierden. Como la mayoría pierde, hay una desconfianza hacia lo que la lógica pura y dura del mercado le pueda proporcionar a la gente. Tercero, estamos globalizados; esto quiere decir que nuestro dinero está en algún flujo global que no controlamos, que la población se ve sometida a unas presiones migratorias muy fuertes, de modo que cada vez es más difícil encerrar a la gente en una cultura o en unas fronteras nacionales.

P. ¿Qué papel desempeña Internet en este proceso?
R. Por un lado, al permitirnos acceder a toda la información, aumenta la incertidumbre, pero al mismo tiempo es un instrumento clave para la autonomía de las personas, y esto es algo que hemos demostrado por primera vez en nuestra investigación. Cuanto más autónoma es una persona, más utiliza Internet. En nuestro trabajo hemos definido seis dimensiones de autonomía, y hemos comprobado que cuando una persona tiene un fuerte proyecto de autonomía, en cualquiera de esas dimensiones, utiliza Internet con mucha más frecuencia e intensidad. Y el uso de Internet refuerza a la vez su autonomía. Pero, claro, cuanto más controla una persona su vida, menos se fía de las instituciones.

P. Y mayor puede ser su frustración por la distancia que hay entre las posibilidades teóricas de participación y las que ejercen en la práctica, que se limitan a votar cada cuatro años, ¿no cree?
R. Sí, hay un desfase enorme entre la capacidad tecnológica y la cultura política. Muchos municipios han puesto puntos Wi-Fi de acceso, pero si al mismo tiempo no son capaces de articular un sistema de participación, sirven para que la gente organice mejor sus propias redes, pero no para participar en la vida pública. El problema es que el sistema político no está abierto a la participación, al diálogo constante con los ciudadanos, a la cultura de la autonomía, y, por tanto, estas tecnologías lo que hacen es distanciar todavía más la política de la ciudadanía



http://www.ucr.ac.cr/mostrar_noticia.php?ID=1172













UNIVERSIDAD DE COSTARICA

Publicada el viernes 23 de noviembre del 2007



Internet gran desafío para la educación

Rocío Marín González. Periodista Oficina de Divulgación e Información

rocio.marin@ucr.ac.cr





Con la sencillez del maestro que reconoce que todos los días aprende de sus estudiantes, el Dr. Manuel Castells, investigador catalán de renombre internacional, manifestó que la más vieja brecha social, que es la capacidad cultural y educativa, se amplifica extraordinariamente con las condiciones de Internet. Por eso, a su juicio, el primer gran desafío de Internet, es para el sistema educativo



Castells hizo estas afirmaciones, al dictar la conferencia Internet y sociedad en el marco de una ceremonia en la que la Universidad de Costa Rica le concedió el Doctorado Honoris Causa, por su prestigiosa obra cultural y humanista, de trascendencia y alcance mundial.

Como una forma de retribuir tal honor, el Dr. Castells dio a conocer en su primera conferencia pública al respecto, los resultados de una investigación sobre la incidencia de Internet en la sociedad, que codirigió con la profesora Imma Tubella Casadevall, Rectora de la Universidad Oberta de Cataluña.

Al introducir el tema el especialista indicó que la brecha social se amplía con Internet, porque no solo basta con estar conectado, sino que hay que tener la capacidad para saber qué buscar, cómo buscar y aplicar la información a un proyecto determinado en la vida. En este sentido explicó que está convencido de que las sociedades con poca educación, conectadas a la red, están destinadas a quebrarse.





Aunque el estudio denominado Proyecto Internet Cataluña, confirmó datos que Castells denominó “banales”, como que Internet no es un instrumento de aislamiento social, también permitió corroborar aspectos





Por ejemplo, por primera vez con esta investigación se demostró estadísticamente que Internet es un instrumento fundamental de autonomía



Para medir esta variable, los especialistas trabajaron sobre una serie de indicadores como son la autonomía profesional, autonomía personal, autonomía de emprendimiento, autonomía en relación con el cuerpo, autonomía comunicativa y autonomía sociopolítica.

Lo que encontraron en un análisis independiente de cada uno de estos factores es que cuanto más autonomía, más utilización de Internet y que cuanto más uso de Internet, mayor desarrollo de la autonomía. “La idea de que Internet es una plataforma esencial de construcción de la autonomía en cualquier tipo de esfera de la actividad social, creo que es un descubrimiento científico, no simplemente una ideología”.



Castells, Tubella y 40 investigadores más, trabajaron en la realización de este novedoso estudio durante seis años en los que realizaron 60 mil entrevistas, 20 mil de ellas presenciales, sobre muestras representativas de la población catalana, las empresas, las escuelas, las administraciones, los hospitales, etc



La principal conclusión a la que se llegó es que si bien Internet es libertad, flexibilidad y posibilidad de innovación, se requiere la desburocratización de empresas y administraciones, un incremento decisivo en la capacidad educativa y tecnológica, una ciudadanía internauta consciente de sus derechos y un Estado que no tenga miedo de sus ciudadanos, para aprovechar su gran pontencialidad.







Manuel Castells: 'Pensar que Internet enajena y aísla es una patraña sin base científica'

§ Según un estudio, los usuarios de Internet son más activos y menos depresivos



BARCELONA.- Los usuarios de Internet son más activos, tienen más amigos, están más implicados en la vida política y tienen menos depresiones, según concluye el informe Proyecto Internet Catalunya (PIC), impulsado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y financiado por la Generalitat.

El sociólogo Manuel Castells —codirector del estudio junto a la rectora de la UOC, Imma Tubella— resaltó que el proyecto "ha verificado lo que ya se sabía, que las nuevas tecnologías no encierran a la gente en casa sino que activan la sociabilidad". Según Castells, considerar que el uso de Internet "aísla y enajena" es una "patraña sin ninguna base científica".

Tras analizar los datos del exhaustivo estudio, realizado por 40 investigadores tras recabar 15.390 entrevistas presenciales y 40.400 por Internet, Castells aseguró que Internet es "el elemento clave para la autonomía personal, política, económica y profesional".

En su opinión, "cuánto más autónoma es una persona más utiliza Internet, y a su vez, este uso refuerza su autonomía". Para el sociólogo, esta apreciación es un "logro" porque "es la primera vez que se demuestra estadísticamente".

Financiado por la Generalitat

El PIC es un programa de investigación impulsado por el Institut de Recerca de la UOC (IN3), que se ha desarrollado durante siete años —de septiembre de 2001 a junio de 2007— y ha contado con el apoyo de Jordi Pujol, Pasqual Maragall y José Montilla, en su calidad de jefes del Ejecutivo catalán durante el periodo que se ha llevado a cabo el estudio.

El objeto de análisis del PIC —compuesto por siete proyectos de investigación— ha sido la incidencia de Internet en todos los ámbitos de la vida social, empresarial y administrativa catalana.

Según el sociólogo, la Red "requiere un determinado nivel educativo", porque "nos hallamos ante una sociedad de la información desinformada y esto no lo resuelve Internet". También afirmó que Internet "profundiza la brecha más histórica: la educativa".

Castells apuntó que el abandono escolar "que es del 30% y representa un problema para el futuro, puede combatirse con las tecnologías y a través del reciclaje del profesorado". El sociólogo reivindicó el uso de Internet en los centros educativos y afirmó que es una herramienta habitual de "alumnos y profesores en casa, pero que no se aplica en las aulas".

El estudio muestra que el 83% de jóvenes de entre 15 y 24 años son usuarios habituales de las nuevas tecnologías, y que en esta franja de edad está disminuyendo la diferencia de género en el uso de Internet. Según Tubella, los adolescentes conviven simultáneamente con cinco pantallas: la del televisor, el móvil, la consola, la agenda electrónica y el ordenador.