jueves, 27 de octubre de 2011

SOBRE LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN


1.       
Identificación del texto
1.1     Título:
LA EDUCACION, CULTURA Y TIC
Lectura Nº 1          
Grupos de discusión
En: Métodos y técnicas cualitativas de investigación en ciencias sociales.
1.2     Autor: Canales, Manuel; Peinado, Anselmo
1.3     Editor: Síntesis
1.4     Fecha de edición: 1997
1.5     Ciudad: Madrid.

Presentación general del texto
El documento titulado por Manuel Canales como Grupo de discusión, hace referencia a las técnicas cualitativas propias de los grupos de discusión y su eficacia depende del modo en que el investigador las haya subjetivado; y que en esta medida, cada sujeto y objeto se constituyen de acuerdo a la observación que se genere gracias a estas técnicas. De aquí que toma como referencia el libro Más allá de la sociología, de Ibáñez para familiarizar al lector con dicha técnica.

El estatuto sociológico del discurso social.
Entre la práctica social y el discurso de estas prácticas hay una relación intrínseca en que el segundo siempre retorna a la primera.  En el campo semántico del discurso se pueden detectar qué elementos son incluidos o cuáles son excluidos  en su estructura, para lo cual hay que confrontar varios observadores internos (los miembros del grupo de discusión?). La declaración de sus agentes hace el criterio del sentido, es decir, la conciencia del grupo. Así, afirma que la sociedad crea unos símbolos que ella mismo comprende (Cfr. Pág. 163 – 164).

El grupo de discusión y el discurso social
El grupo de discusión es una técnica de talante cualitativa y que ha sido asumo por varios teóricos latinoamericanos con perspectiva crítica (Cfr. Pág. 165), en que el investigador debe reflexionar sobre ella misma, asumiendo sus procedimientos demostrando que es posible utilizarla. Así la técnica debe ser susceptible de ser aprendida y entendida como  esquemas.

El grupo de discusión es una técnica que trabaja con el habla, en que se articulan el orden social y la subjetividad, y se desarrolla precisamente en grupo porque aparece diseminado en lo social y se manifiesta en el exterior del individuo, es decir, en la interacción social. “Si el discurso social se halla diseminado en lo social mismo, el grupo de discusión equivaldrá a una situación discursiva…” (Ibídem. Pág. 167), en que el grupo actúan retícula en que se sitúa y ordenan el sentido social con su correspondiente campo semántico.

El autor Francisco Pereña hace una relectura de la obra póstuma de Saussure y dice que cuando hablamos nunca se restituye el signo como unidad de significante y significado, ya que en el sentido del significante siempre decimos algo más, y que unos significantes son sustituidos por otros, que al interior de estos se generan nuevos sentidos. En el caso de la ideología (que actúa como presión semántica) el sujeto elige sus significantes aunque sea condicionado por la presión semántica. Como las palabras pueden sustituirse, y esto se debe al intercambio de valor semántico, entonces, esto es lo que produce el sentido (Cfr. Pág. 168). En el caso del sentido común, no se toma en cuenta la que se dice o no se es consciente y por ello nos encontramos en ocasiones con contradicciones o cambios de opiniones. Así, el sujeto es dueño de sus opiniones aunque no tenga claro la estructura que la genera.

En la situación discursiva que el grupo crea se encuentra a sí mismo, en que las hablas individuales se acoplan entre sí mediante el sentido (recuerde que el sentido es producto social de interacción en el grupo). Lo que recupera el investigador es lo que produce, en este caso, en grupo (que en términos de Ibáñez es un capta)

La forma del grupo de discusión
El grupo de discusión presenta o manifiesta varias modalidades de grupos, y por tanto, en esta técnica se reconoce:

La forma-grupo
Se espera que el grupo lo sea no solo teóricamente sino también en la práctica, a pesar que sólo sea un método de investigación.  Manuel Canales advierte que no se trata de una conversación común, o una terapia de psicología o un foro público, pero que sí recoge de ellas algunos elementos, inspirados en la ideología de la discusión., y que adecua a la investigación.
1.        El grupo de discusión se crea a partir de la situación discursiva, por eso se dice que es un grupo artificial y su conversación también. No se puede constituir a partir de un grupo natural ya que este tiende a divagar, y lo que se pretende es que el grupo se constituya en el acoplamiento de la palabra al construirla socialmente.
2.        El grupo se constituye en dos razones: el que tiene por finalidad un trabajo por desarrollar y que se hace con el placer de hablar sobre el tema en discusión.
3.        En el grupo se instaura un espacio de opinión, en que, a manera racionalista tipo moderno (Habermas, señala el texto en cuestión), se configura un dominio de responsabilidad, en que las opiniones son tratadas como producto, y se produce un discurso para otro. La ideología conversacional es la inspiradora y sirve para sostenerla. Se actúa como en un foro a diferencia de que los participantes se representan a sí mismo. Son particulares agrupados.

Forma discursiva
Aquí el investigador fomenta la conversación articulada a las distintas perspectiva de participación, ya que no es necesario que todos estén de acuerdo entre sí, sino que los interlocutores generen el proceso de la discusión. Siguiendo a Ibáñez, Canales agrega que puede haber distintas perspectivas en una misma persona (Cfr. Págs. 173 – 174)

Queda en evidencia que la conversación es algo compartido en cuanto es dirigida por el habla investigada o por el investigador con sus funciones en torno al grupo. Con ello, se da cabida a la identificación colectiva que es el habla común, y esto es lo que normatiza al grupo.

El grupo de discusión y otras técnicas de investigación social.
“Las técnicas de investigación pueden concebirse como dispositivos de producción y regulación del habla investigada” (Ibídem. Pág. 175)

Frente a la investigación cuantitativa.

-          Las técnicas de este talante cuantitativo definen el modo de investigación de acuerdo a los anuncios que la definen, posiblemente elegidas por el investigador. En cambio, en las investigaciones de talante cuantitativo trabajan  como juego de lenguaje abierto a la irrupción de la investigación, es decir, de lo que se va conociendo y descubriendo en sus estructuras de sentido.  Otra diferencia entre las dos técnicas se establece en la manera de concebir al hablante, la primera como individuo, y la segunda como agente social.

Frente a la entrevista de respuesta abierta
Se reafirma que el grupo de discusión permite la reconstrucción de sentido a nivel colectivo. Su límite inicial se sitúa en entrevista de preguntas abiertas  en que se considera la respuesta particular. La estructura del discurso se limita con el instrumento (la entrevista) que provoca y controla el habla.

Grupos de discusión y entrevista en profundidad.
Esta entrevista supone una situación cara a cara y personal, en que el investigador se informa del investigado pero no puede producir su propia habla. El investigador reconstruye el conjunto de relaciones semánticas desde su propia perspectiva (Cfr. Pág. 176 – 177) Por tanto, la entrevista abierta sólo es válida cuando no pretende reconstruir el sentido social o las perspectivas sociales representadas por un solo individuo.

Grupo de discusión y entrevista de grupo
Cuando un grupo de discusión es afrontado por un investigador, el discurso se determina, y, aunque actúa como grupo de discusión, las respuestas siempre son particulares. “Se escucha al grupo, pero se habla como entrevistado en singular” (Ibídem. Pág. 175)

La técnica del grupo de discusión.
A continuación, aparecen en este documento algunas caracterìsticas de la tècnica del grupo de discusión.

-          Demanda del cliente y diseño. Como punto de partida está la pregunta inicial, con la que se orienta la indagación, capturando información y sentido. El investigador prepara cómo ha de desarrollar la entrevista a su arbitrio, a su diseño. Aunque no hay procedimiento canónico, se pueden señalar algunos criterios al respecto: La muestra que se considera, pretende tomar en cuenta determinadas relaciones sociales, pensando en qué “tipos” sociales se someten a esta práctica. Hay que ser claros en las variables, pues cada vez que se introduce una de ellas puede afectar otras (Cfr. Pág. 181). El autor de este documento señala que hay que saturar el campo de habla de manera pertinente; luego, definir el grupo excluyendo situaciones incomunicables que puedan reprimir el habla (como la presencia de patronos con obreros). Las relaciones comunicables son de tipo inclusivo y lo son en función del tema. Por tanto, se debe considerar como criterio un mínimo de homogeneidad y heterogeneidad (Cfr. Pág. 184).

-          La pertinencia del número de actuantes, como mínimo, es de dos, ya que lo que se considera es la facultad de escucha, lo que no sucede en grupos elevados. Sin embargo, el tamaño del grupo de discusión ha de ser de cinco ya que dos personas no conforman grupo. El investigador determinará la cantidad de actuantes, de acuerdo con el tema (Cfr. Pág. 185 – 186).

-          Manuel Canales ofrece en este documento un ejemplo en que se aplicó esta técnica, y se consideraron como criterios la edad, sexo, estatus, y hábitat. Él describe cómo se conformaron los grupos, y cómo se trató de combinar la heterogeneidad con la homgeneidad (Cfr. Pág. 186 – 189)

Fase de campo.

Corresponde a los aspectos logísticos:
-          Cuando se convoca a los grupos (la captación). Hay que tomar en cuenta que los participantes no se conozcan.  Se aconseja utilizar redes sociales para la captación, operando en la red de relaciones sociales hacia arriba y hacia abajo. Se advierte que las razones técnicas no pueden quedar supeditadas y que ninguno debe conocerse.

-          Canales afirma la necesidad  de la contraprestación, es decir, para por los servicios prestados con un cheque regalo, que puede ser dinero metálico, en especies, o bien “dinero contante y sonante” (Cfr. Pág. 191).


-          Es importante que el espacio físico esté ausente de marcas que condicionen al grupo.

-          Lo mismo ocurre al interior del local, cuando la disposición de sus componentes actúan como marco de referencia. Por ello, es preferible asignar los asientos. La presencia de la mesa, aconsejablemente redonda, potencia la conciencia de trabajo (Cfr. Pág. 193)


-          El texto producido en la discusión se registra en un medio magnético o video, lo cual permite reconstruir el sentido de algunas locuciones. Así, el registro recoge el texto en toda su extensión y objetividad. Los participantes han de saber que los están grabando.

-          La duración de un grupo de discusión se inaugura al exponer el tema, del cual depende el tiempo que ha de durar la actividad, lo que oscila entre uno o dos horas, aunque en algunos casos pueden durar semanas.

La dinámica del grupo de discusión.
El grupo se conforma por las relaciones entre sus miembros, y en esta técnica donde ninguno se conoce, se irá conformando de acuerdo al desarrollo del proceso en torno al tema, relacionándose los participantes a través del moderador o prescriptor (Cfr. Pág. 197)

La intervención inicial
El grupo se constituye por el prescriptor (Cfr. Pág. 198) que designa a cada uno, a su debido tiempo, la palabra dándole valor a quien participa. El prescriptor no se ha de situar por encima del grupo. Puede situarse en el contexto discursivo en que emerge el tema que interesa.


La convergencia en la estructura de sentido

Aquí, el grupo se configura en la palabra en cuanto la dinámica se desarrolle de esta manera:

1.        El prescriptor instituye el grupo como espacio de habla.
2.        No hay que callar, ya que el silencio es sinónimo de angustia, tanto en el prescriptor como en los participantes.
3.        Se deben evitar aprobaciones a las intervenciones de los participantes.
4.        Las participaciones girarán en torno al centro de discusión.
5.        Cuando todos convergen sobre el tema, se ha diseminado la estructura del discurso social.


¿De qué manera  interviene el prescriptor durante la sesión?
El prescriptor debe fomentar las relaciones simétricas, la igualdad, y moderar al líder cuando actúa en contra del grupo. También debe actuar como encuadre para que la discusión no se disgregue, y finalmente, puede intervenir en los nudos para facilitar el desarrollo de la discusión, incluso interpretando los aportes cuando los participantes así lo admitan (Cfr. Pág. 204 – 205)

Conclusiones:
Una vez hecha la lectura de Manuel Canales, he llegado a las siguientes conclusiones:
·         Las discusiones grupales es una técnica que aplican investigadores a grupos determinados de personas para sustraer información a partir del habla con relación a un tema dado.
·         Las técnicas de discusión se utilizan de dos formas: una cuantitativa, en que lo que importa es el resultado inmediato y que se puede aplicar a una persona en particular cuando se sustraen respuestas precisas; la otra es cualitativa, y en esta se requiere de la observación del investigador que pone en juego las relaciones sociales que se desarrollan en un grupo de discusión alrededor de un tema. Lo que importa aquí es lo que se va produciendo en el desarrollo de la discusión conforme al tema dado.
·         Estas técnicas tienen un parecido al modelo clásico de entrevista. La diferencia es que en la entrevista el moderador o preceptor como lo llama nuestro autor, no puede usar su participación subjetiva. En los grupos de discusión el preceptor tiene la función de animar a los participantes a hablar en torno a un tema y mediar para que se desarrolle el mismo.
·         Con todo, el grupo de discusión genera un texto, un producto mediante la intervención de los participantes. Esto es lo que interesa en la técnica, ya que se trata de considerar el habla como una relación social, en que los participantes son agentes sociales y que construyen un texto mediante la discusión.

OPINIÓN:
Esta técnica de análisis y observación se basa en grupos reducidos y determinados. No es un grupo piloto porque los participantes no representan una colectividad o al mismo grupo sino que cada uno se representa así mismo, y por tanto cada uno tiene su discurso, sea determinado por ideologías o por simples opiniones, y en este sentido, el grupo de discusión crea un texto mediante la puesta en escena de todas estas ideas que surgen y se manifiestan en el habla.
Ahora, ¿cómo incorporar ésta técnica con el proyecto?. Diré que la técnica es buena. Sin embargo, abría que pensar en qué momento sería factible su utilización. Si nuestro proyecto apunta a la construcción de la autonomía en los niños de grado quinto, ¿es válida la aplicación de esta técnica? Esta pregunta la formulo porque uno de los criterios para aplicarla es que los participantes no se conozcan,  ni siquiera una pareja de ellos. En este sentido, no nos garantizaría los resultados esperados. Y si convocamos a niños de distintos planteles de distintas localidades, considerando la edad y el grado en curso, ¿esto garantiza que no se condicionen para el desarrollo de la discusión? Pues, otro factor a considerar la aplicación de esta técnica es que no debe haber ni elementos externos ni elementos internos que puedan condicionar la participación a la hora de generar la discusión. En última, ¿será que los niños se prestan para realizar un grupo de discusión? No quiero negar la posibilidad de aplicar el grupo de discusión, pero sí hay que considerar los factores que intervienen en una situación como la que estamos planteando ahora.