domingo, 12 de agosto de 2012

DEMOCRACIA Y EDUCACION


El módulo Pedagogías para la Democracia de Diego Antonio Pineda proporciona algunos elementos importantes para entender el sentido de la democracia y su vigencia en la historia que se está gestando.


Partiendo de lo que se ha entendido por democracia, hoy en día este término tan trillado presenta múltiples concepciones, desde los términos que utilizan nuestros gobernantes hasta el que se usa casi a diario en la cotidianidad. Por eso, la definición etimológica se remonta a los griegos cuando ellos entendían por democracia el “gobierno de pueblo”. Para ellos era común su uso ya que en Atenas, una de las ciudades griegas, se vivía en torno a la ciudad, y el ideal ateniense consistía en participar alguna vez en la vida política de su ciudad. Vale considerar que Atenas era muy pequeña y por eso sus habitantes se conocían y hasta podían tomar decisiones unánimes, si es que sirve el término, para el bien común. Hoy en día, por ejemplo, nuestra ciudad que tiene cientos de habitantes, ¿cómo podríamos garantizar una democracia en que todos participaran y lograran tener voz y voto sobre los asuntos sociales que conciernen a todos?

El término democracia ha cambiado. Desde Rousseau se piensa en la representación de los miembros de una sociedad. Hoy son nuestros representantes quienes toman las decisiones en nombre de la sociedad que los eligió. Esto no quiere decir que sólo se debe beneficiar a un grupo selecto quién colocó la mayor parte de los votos para escoger a alguien. El representante, elegido por voto popular, debe procurar cumplir con la voluntad de todos los miembros del cuerpo social, sin discriminación. Por eso, nos surge la siguiente pregunta ¿Cuándo hay democracia? Según el módulo, existen algunos criterios que permiten considerar una situación como democrática, y estos son: la legalidad, la participación, la corresponsabilidad  y el libre pensamiento.

Los criterios anteriores pueden ser entendidos como requisitos, cosa que puede afectar de manera favorable o infavorable a los miembros de la sociedad dependiendo de una situación. Cuando una ley quiere beneficiar a la sociedad y termina causándoles otros problemas, entonces, se cuestiona si esa decisión democrática de implantar una ley que perjudica es lo bastante razonable para se aceptada democráticamente. Por eso, el texto nos habla de Meta criterios que permiten regular si el cumplimiento de estos criterios antes mencionados no termina por perjudicar a su ente generador, que es la sociedad. Los meta criterios son: el bien común, la justicia y  la libertad individual.

Ahora, la finalidad de la democracia, que es el bien común, la participación justa, el consenso, entre otras características que garanticen una sociedad en que todos tengan las mismas condiciones y los mismos beneficios, solo se logra mientras sus miembros tengan una formación adecuada que busque la realización de dicha sociedad democrática. Esto es, si la educación asume su papel de formar personas en democracia, como un estilo de vida, se podrá lograr que los ciudadanos alcancen la justicia y el beneficio social tan anhelado. Para ello hay que superar todos esos mitos que se han creado en torno a la democracia: Que no hay democracia, que sólo beneficia al sistema capitalista y burgués, que crea situaciones injustas y anárquica, que se queda en la formalidad, que los representantes de la sociedad se olvidan de quienes los eligieron, etc.

La relación de la educación con la democracia tiene que ver con, y que en la medida en que nosotros como educadores, y los estudiantes también, brindar espacios y mecanismos de participación democrática, y así estaremos formando para la democracia.  Hay que considerar que nuestras instituciones son en ocasiones todo lo contrario a la democracia y se convierten en sistemas de represión. Esto se debe superar mediante la toma de conciencia, la formación crítica, la capacitación en política, la realización de proyectos incluyentes, el estudio de la constitución y el manual de convivencia, para así ir gestando situaciones democráticas. La democracia se entiende desde la razón, desde el logos al estilo ateniense, y por eso la toma de decisiones no debe ser ni arbitraria ni autoritaria, sino que se deben someter a la discusión argumentada con previa indagación.